"Tú hablas mucho de Ética" ... No sólo hablo, de vez en cuando... escribo

Miriam Estrada


Manuel Buendía enfatizó que hay que ser eficaces en el servicio de informar y orientar a la ciudadanía; ante ello, considero que la responsabilidad como periodista debe ser que el trabajo contribuya a construir una mejor sociedad.
Raúl Rivadeneira sostiene que la libertad de expresión deriva en la libertad de información y ambas promueven otras libertades humanas; de esta manera, las implicaciones que lleva consigo la labor informativa son enormes y se deben tener en cuenta. La audiencia, amplia o escasa, espera información que la ayude a tomar decisiones; a conocer diferentes puntos de vista que le permitan fijar postura. Sería favorable que el compromiso del periodista sea dejar el ego de lado y, con humildad, escribir u opinar teniendo como base el bien común. Al enfatizar la importancia del periodismo para fomentar ciudadanos interesados en su entorno social, comprometidos con los asuntos de la comunidad se vuelve indispensable tener una guía que “ilumine” la labor, así como lo hace un faro con las embarcaciones en altamar. Ese “faro” no puede ser otro que la Ética.
Retomo lo que Javíer Darío Restrepo señala: “el gran periodismo es ético” y para que un periodista sea ético tiene que empezar por ser una buena persona. (¿Qué es ser una buena persona? Abrí el paréntesis porque ser "una buena persona" podría derivar en un debate que desvíe la atención del tema que nos ocupa por tanto confío en que el contexto particular llevará a una conclusión convincente). Al analizar la frase de Darío caigo en la cuenta de la titánica labor que conlleva ser periodista; sin duda alguna, como menciona Buendía sólo se puede ser periodista por vocación y convicción. Jamás por un interés mezquino y personal. Así, los marcos y principios éticos, si bien como lo recalca Restrepo no son una ley inflexible, son un punto de partida para la buena práctica de la profesión. Un periodista ético será un profesionista que se comprometa con la sociedad y conocerá el impacto que tendrá lo que difunde; se preocupará por la veracidad de la información. El “otro” será un compañero permanente: Se escribe sobre ese “otro”; se escribe para llegar al “otro”. El ideal será no perder nunca al "otro" de vista.
Dice Hugo Aznar que son los periodistas quienes tienen que introducir al proceso productivo los aspectos éticos de la comunicación y es imprescindible que, además de una preparación teórica del tema, haya voluntad para llevarlo a cabo, por eso enfatizo en la necesidad de que se hable de ética entre los periodistas, que se deje de argumentar "perro no come perro", que hablar sobre los actos de influyentismo, los "favores", el "chayo", se convierta en un debate permanente que derive en mejores prácticas a favor de forjar mejores periodistas, obtener un mejor periodismo y, por consecuencia, una mejor sociedad. Observar que en ese debate no se incurra en aquello que se critica. Jamás calificar ni juzgar a nadie sin conocer el contexto.

En la construcción de este decálogo tomé en consideración los valores que he aprendido a través de la experiencia dentro de las redacciones, con mis reporteros; de mis decisiones acertadas y de las erróneas. He retomado, a manera de síntesis, lecturas y actividades, pero también, por supuesto, las convicciones personales porque no es conveniente ser incongruente entre lo que se dice, escribe y practica.




DECÁLOGO ÉTICO PERIODÍSTICO


Miriam Estrada


1.- Ejercer el periodismo con ética, honestidad, valentía, constancia, templanza, objetividad, humildad y desinterés.

2.- Mantener siempre la mirada y atención en “el otro”, ponerse en el lugar del “otro”.

3.-Tener presente que el periodismo está hecho para servir a lo público. Pasar por el tamiz la información que se investiga y difunde, no estar conforme y siempre buscar mejorarla.

4.-Antes de divulgar cualquier información preguntarse a sí mismo: "¿qué utilidad tiene?, ¿qué impacto tendrá en la sociedad?, ¿cuál es el beneficio?"

5.- Tratar con respeto y responsabilidad la información que tiene que ver con las personas que han sido víctimas o han incurrido en algún delito. No permitir que ni el gobierno ni grupos delictivos, ni organizaciones civiles utilicen al periodista para cambiar la visión sobre esos "otros".

6.- Contrastar versiones sobre los hechos; buscar diferentes puntos de vista con el objetivo de enriquecer la información y de que la audiencia pueda fijar postura y formarse una opinión propia. La opinión del periodista es eso una opinión no la verdad.

7.-Mantenerse alerta a ese daimon socrático que, sin duda alguna, alertará cuando las cosas no se estén decidiendo de la mejor manera.

8.-No engañar a la audiencia. Si alguna información es oficial y se difunde por “convenio” dejarlo en claro.

9.-Evitar recibir obsequios o favores de las fuentes de información. No comprometer la conciencia. No dejar que nos “amaestren” la conciencia. No permitir que esos "favores" (para beneficio propio o de terceros) nos “autocensuren”. Tener siempre presente: "No hay desayuno gratis". Recordar que el periodismo no genera riqueza material.

10.-Animar a los reporteros a hablar sobre la ética periodística para que este sea un tema constante y las palabras se transformen en práctica, en costumbre entre el gremio; con base en ello, mejorar constantemente este decálogo que sólo es un comienzo no un final.





Bibliografía


Manuel Buendía. (1996). Ejercicio Periodístico. México: Fundació­n Manuel Buendía.


Hugo Aznar. (2005). Los Códigos Éticos del Periodismo y la Responsabilidad de los Profesionales. 10 febrero 2015, de Razón y Palabra Sitio web:
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n40/haznar.html

Raúl Rivadeneira. (2010). Periodismo. México: Trillas.

Restrepo, J. (2004). El zumbido y el moscardón. Taller y consultorio de ética periodística. Buenos Aires: FCE/FNPI, pp. 31-38. 

Javier Darío Restrepo. (2012). 10 Lecciones de Ética. 5 marzo 2015, de Canal de Política para Llevar Sitio web: https://www.youtube.com/watch?v=1vL4GLCdaSo

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